La luz de aquella farola
era la luz de mi alma
compañera de las penas
y el reflejo de mi calma.
Era una noche de invierno
tu ventana yo miraba
grandes locuras de amarte
por mi sentío pasaban.
Quiero quitarme esta pena
que me hiere cuando estalla
porque no tengo el alma hecha a la pena
y mi cuerpo no se halla.
Son mis ojos sin los tuyos
dos cuencas vacías solitarias
no sé qué es de mi boca
sin tu aliento
sólo el calor de tu sangre
vida mía es lo que yo siento.
Noche de frío y viento
por mar yo náufrago
y ya no volveré a verte
me iré muriendo despacio
si no puedo yo tenerte.
Y yo creí que tu cuerpo era mío, ay, era mío
pero te fuiste en silencio como el agua de los ríos.
Son mis ojos sin los tuyos dos cuencas vacías solitarias. Este temazo tiene una fuerza increíble. Me lo han recordado hoy en facebook. Es de esas veces en que las redes sociales de verdad son útiles. Ya sabéis, esto sólo ocurre el 1% del tiempo que estás metido en ellas.
Ahora, tendré durante mucho tiempo este tema en mi cabeza, lo cantaré en silencio muchas veces, y otras a voz en grito. Camarón fue, como pasa en tantos casos, mi primer contacto con el flamenco. Y pensar que alguna vez quise salir de este mundo porque no lo entendía...
1 comentario:
HOLEEEEEEEEE.
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