Lluvia... y Guadiana...
Reniego yo,
Reniego mi sino.
(Si) te guiaras por mis consejos
tu no llorarías como lloras
que ni te vieras tan desengañaíta,
que a mi puerta no te asomas.
T(od)os les temen al moro
como si el morito fuera
un bichito venenoso
pa(ra) que la gente se lo comiera.
Te miente el corazón
lo nuestro ya se ha perdí(d)o
te fuiste una tarde
perdiste mi cariño
tengo en mi alma guarda(d)o
recuerdos quedan conmigo
te deseo felicidad aunque no vivas conmigo
Dime lo que quieres
yo estaré contigo hasta la muerte.
No desesperes.
Me llamaban a comer
y en la mesa me sentaba
y acordándome de ti
las ganas se me quitaban.
Yo me equivoqué
no acepté tu perdón
y ahora que yo te amo
tú no tienes corazón.
Déjame amarte de corazón.
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