Las letras, las palabras de fandangos, soleares y seguirillas. De alegrías, bulerías, cantiñas y malagueñas. De quejíos y lamentos. De palmas y jaleos. De Andalucía, Extremadura, Cataluña y Murcia. Letras que me erizan el pelo. Flamenco.
Una malagueña me ha pedido unas malagueñas de Antonio Canillas. Y como yo no me puedo negar a peticiones, pues aquí os dejo estas que, como bien dice el propio Antonio, son del Niño de Vélez y de Juan Breva, flamencos malagueños los tres.
Viva Málaga que tiene
Caleta y El Limonar
su parque lleno de flores
a la orilla del mar
donde nacen los amores
Ni la fuente más risueña
ni el canario más sonoro
ni la tórtola en la breña
cantaron como yo lloro
gotas de sangre por ella
Si en comiendo de mis carnes
tuviera alivio mi pena
a la voz de un pregonero
mis carnes yo las vendiera
En las esquinas te pones
a decir que no me quieres
tú andas loquita perdía
mala puñalá te peguen
Déjame que vaya y venga
al pilarico a por agua
que puede ser que algún día
en el pilarico caiga
Déjame que vaya y venga. Déjame que siga yo por dónde me susurra la brisa que mueve mis cabellos y pasa suavita por mis oídos. Y quédate tú tranquila, que algún día, puede ser que en el pilarico caiga. Grande. Y así sea.
A la vera mía
No te hagas ilusión
de volver a la vera mía
porque me hiciste traición
tanto como me querías
de mi no aguardes perdón
Cierto. No es Manuel Vallejo, pero es una interesante iniciativa esta de hacer esta serie de videos para recordar a uno de los grandes. Hay que reconocer que se lo han currado. Y se agradece.
No hay nadie en este mundo
que te quiera más que yo
debajo tierra me meto
donde no me vea ni Dios.
Llueve. Y porque llueve y es tarde tengo la garganta llena de soleares que no puedo cantar a gusto, con unas copas y unos amigos en el calor de la buena compañía. Y porque es tarde y la noche cae triste y oscura al menos queda el consuelo de que se acaba el día. Y la nostalgia de que quizás sea como dicen el pasado un tiempo mejor. Quién sabe. Por lo pronto, bendita Estrella, que me trae tu garganta soníos de paz.
Porque te llamas Aurora
me acuesto al rayar del día
si te llamaras Custodia
de la iglesia no saldría
Te compro más camisas
y porque yo no visto altares
pa que otros digan misa
Ni te miro ni te hablo
ni te compro más camisas.
La noche del barro cayó
y en vez de salir desnuda
salió vestía de raso.
Candela del cielo
del cielo caigan candelas
y más candelas le caigan a tu mare encima
por tener maligna lengua.
Yo no me he muerto de pena
porque no supe sentir
y a mi corto entendimiento
le agradezco yo el vivir.
Permítalo Dios si vienes con las grandes intenciones de dejarme
que con las intenciones de dejarme,
que a la mitad del camino
se abra la tierra y te trague
Por ti me olvidé de Dios
por ti la gloria perdí
y ahora me estaba quedando
sin Dios, sin gloria y sin ti.
En qué soleá me encuentro
que vivo por recordarte
y yo no estaba en tus recuerdos
Del disco nuevo de Arcangel que, a decir verdad, aún tengo que digerir.