Tenía ganas de ir a Guaro. Llevo un par de años queriendo ir a la Luna Mora, pero no he tenido ocasión. Este año, por lo pronto, he ido al XV Festival de Flamenco Villa de Guaro, que organizan la Peña flamenca El almendro de Guaro y el Ayuntamiento.
Me atraían sobre todo visitar este pueblo antes de que llegara la Luna Mora [ ahora más que nunca sé que tengo que ir ] y ver a El Cabrero, que encabezaba el cartel de este festival.
Antes de que empezara la noche de cante y baile pude acercarme a El Cabrero, escucharlo hablar un rato y hacerme una foto con él.
Un auténtico filósofo. Cada palabra que salía de su boca sonaba a pura sabiduría, alimentada de años de experiencia.
Se hicieron rogar esos fandangos cuyas letras clava y que levantan a la gente de las sillas, pero empezó bien por malagueñas y acabó por martinetes, a las cinco y media de la mañana.
Nos quieren confundir
la derecha con la izquierda
que se confunda el que quiera
que yo sé bien distinguir
una oveja de una fiera.
La noche flamenca empezó cerca de las doce de la madrugá, con Rocío Molina, una bailaora malagueña que encandiló con su nervio sobre las tablas.
Luego llegó Jerez, con Elu. Y es que no sé qué tiene Jerez que to lo que sale de allí da miedo... esa voz que, como decía el presentador, recordaba a la Macanita, de pura fuerza y arte.
Potito, Julián Estrada y Virginia Gámez completaron la noche donde nadie defraudó.
Por cierto... qué bonitas son las estrellas de Guaro...
2 comentarios:
Que noche increíble...
pues si que fue linda... y lo bueno de estos pueblos pequeños de la geografía andaluza (maravillosa sierra de las nieves) es su noche llena de estrellas y con el agradable clima veraniego... uhmm... sí que fue linda, si.
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